Al menos, un ex director del Puerto de Valencia lo ha vuelto a poner en la actualidad, ya que el proyecto del acceso norte al puerto de Valencia sigue estando en los cajones de proyectos imposibles. Por cierto, hace unos años esta web hizo una serie de artículos que recomendamos repasar, llamados «Proyectos Imposibles», donde se recopilaban todos los grandes proyectos que se planearon sobre la ciudad de Valencia pero debido a la economía y sobretodo la desidía de los de aquí, fueron solo papeles gastados.
Uno de esos viejos proyectos planeaba una carretera por el mar que llegara desde Port Saplaya hasta el Puerto de Valencia para no tener que ejecutar los 700 millones que cuesta hacer el acceso norte. Claro, en Barcelona sí que lo financian, faltaría más, pero en Valencia siempre hay que trabajar el triple para que le ejecuten alguno de estos proyectos.
El viaducto que se planea (solamente un proyecto, ni creemos que se vaya a presentar al Ministerio de Fomento…) es una carretera sostenida por enormes pilares a una distancia de 1,5 kilómetros de la playa de la Malvarrosa. Tendría 2 carriles por sentido y sería exclusivamente para los camiones y así no se embotellaría la catastrófica V30. De hecho, algo hay que hacer antes del 2020, ya que en ese año se finalizan las titánicas obras de amplicación norte del Puerto de Valencia que hará que por muchas décadas más siga siendo puerto puntero en Europa. Y cuando se duplique el tráfico de contenedores, más tráfico habrá.
El viaducto tiene ventajas y desventajas: ventajas, por ejemplo, sobretodo la económica, ya que solamente sería unos 400 millones de euros, es decir, la mitad del proyecto actual del acceso norte subterráneo al puerto de Valencia, y que en un plazo de 4 años se podría acabar, y no los 7 años que se planea con el proyecto actual, que por cierto, ya no se llegaría al 2020, colapsándose mientras se hace la V30 que no tendrían más remedio que duplicar su capacidad sí o sí.
Desventajas, el impacto ambiental que según dicen no sería tal ya que en la base de los pilares se pondrían plantas artificiales para crear viveros de peces, cosa que, según dicen, agradecerían los pescadores. Sobretodo la desventaja principal sería la estética, ya que desde la playa de la Malvarrosa se vería una carretera en horizontal. Claro, los ecologistas ponen su grito al cielo con este tema pero… ahí queda el proyecto.
Sea como sea, de aquí al 2020 hay tiempo para hacer algo, ya que una cosa es segura: el puerto de Valencia crece a marchas forzadas y así debe de ser para la buena marcha de la ciudad de Valencia. Si no queremos ver un paisaje de camiones en carreteras desbordadas, algo hay que hacer pero ya mismo.