A un chaval le conceden los poderes del Wu ancestral, es decir, el poder de 1.000 monjes chinos que saben artes marciales, y lo hace debido a sus cualidades como buena persona. Pero el ser el Wu Asesino implica que tiene que matar a los demás Wu, es decir, el Wu del Fuego, el del Metal, el de la Madera, el del Agua y el de la Tierra, ya que si no se les mata conquistarán el mundo a su antojo.
Y ahí va nuestro jóven héroe chino, que empieza mal ya que su padre adoptivo es el Wu del Fuego pero este le vence. Encima, el Wu del Fuego es uno de los líderes de las Triadas chinas con lo que la enemistad es fuerte. Eso sí, el protagonista consigue convencerle para que no sea malo y, tras un ritual, le hace expulsar de su cuerpo el poder del Wu del Fuego. Liquida al Wu de la Tierra, y solo queda cargarse el de la Madera que ha ideado un plan para reunir a todos los Wu para abrir un portal en el tiempo y regresar a su época, el siglo XIII, donde no consiguió salvar a su mujer y a su hijo del ataque de unos bandidos, y por eso todo este plan,
Tras una curiosa pelea en una especie de lugar «cósmico», vencen al Wu del Agua y al del Metal, pero es el malo malísimo quien consigue escapar, a su época antigua. Pero el chico le sigue, así que al final le mata.
Se les va todos sus poderes pero de nuevo aparece la chica que le dió por primera vez los suyos, y le dice que el mundo, de nuevo, necesita al Wu Asesino. La segunda temporada comenzará en breve.
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