Sabían que habían revueltas tremendas en Kiev. Sabían que el humo de las batallas contra la policia y los manifestantes se veía desde el estadio, y sabían perfectamente que están ocurriendo cada vez más muertes a cada dia que pasa. Pero el único «razonable» ha sido el presidente de Ucrania cuando ha dicho que hoy era día de duelo nacional y que no se iba a jugar ningún partido de fútbol. Gracias a eso, el partido de dieciseisavos de final de la Euroliga Dinamo de Kiev-Valencia se jugará en Chipre, territorio neutral, concretamente la ciudad chipriota de Nicosia.
No entendemos a la UEFA. Ellos dicen que garantizaban la seguridad del partido. ¿Cómo? ¿Acaso tienen un ejército de «seguratas» para ponerlo alrededor del estadio para evitar algún atentado? Es incomprensible que la UEFA haya permitido hasta última hora que casi se jugara este partido. Es indignante poner en riesgo la vida de algunos jugadores que ni siquiera son de ese país a que jueguen dicho partido en las circunstancias en las que está no solo la ciudad de Kiev, sino el pais entero.
En fin, esperemos que la UEFA medite en el grave error que ha cometido. No solo es dinero lo que tienen de qué preocuparse, es algo más, es la seguridad de la gente.
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