A propósito de las palabras de un conocido presidente de un muy conocido banco español, hablando de las reformas laborales que deberían de hacerse y que, a su juicio, no se hacen, surgió de nuevo la polémica. Si era Diaz Ferrán, ese «exitoso» empresario, el que decía que había que trabajar más y ganar menos, ahora este personaje público dice que los funcionarios deberían ser susceptibles de ser despedidos como los demás si no trabajaban mediante acabar proyectos concretos, es decir, trabajar por objetivos y si no, a la calle, como todo el mundo.
Esa es una propuesta que, evidentemente, a los funcionarios no les gusta, tal como no les gustó que les quitaran un 5% de sus nóminas mensualmente hasta que se acabe la crisis, quién sabe. Hay una realidad, o quizás dos: no pueden pagar justos por pecadores como se suele decir. De hecho, seguro que hay funcionarios que se rompen la cabeza por trabajar mucho. Funcionarios son los profesores, médicos, policias, bomberos… que creo que no se les puede aplicar el hecho típico de que funcionario es igual a vago.
Pero hay otra realidad. La realidad de los funcionarios de las administraciones públicas, que bien no todos son antiproductivos, pero algunos de ellos como en Hacienda o Seguridad Social, Ayuntamientos, Conserjerías o Diputaciones dan patética pena puesto que no quieren hacer nada. No generalizamos, pero podemos concretar que existen muchos casos así. A esta clase de personas, las clásicas que dicen «en la ventanilla de al lado», se les debería de dar un sustillo de vez en cuando, puesto que es verdad que son anti productivos para el país en general.
Imágenes como ir a una Administración Pública y que estés una hora esperando por que el funcionario de turno está almorzando ya durante 45 minutos, es a veces general y resulta patético y horroroso para una sociedad avanzada que vivimos, supuestamente. También resulta cierto que normalmente los funcionarios trabajan de media 5 o 6 horas diarias cobrando muy bien y nunca van a tener problemas de despido puesto que… son funcionarios, y eso es un privilegio que ójala lo tuvieran los demás.
Con lo que… ¿todos los funcionarios perder sus privilegios? creo que no, por que la sociedad necesita funcionarios, pero ojo, algunos sectores de los funcionarios no les vendría mal, nada mal que les dieran un susto o que no estuvieran tan blindados.
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