La desintegración de la familia
Últimamente se ha dado a conocer un concepto del que desde hace pocos años se le llama: violencia de género o violencia machista. El hombre, normalmente el marido y en pocas ocasiones la mujer acosa a su cónyuge mediante acoso verbal, acoso psicológico o incluso acoso físico, violencia e incluso la muerte.
Desde luego, esos medio-hombres (por decir algo) que pegan a sus mujeres no merecen ninguna clase de respeto por que pierden la dignidad por completo. En cuanto le levantan la mano a su pareja ya dejan de ser personas civilizadas para convertirse en animales y la Ley los tiene que juzgar como lo que son: animales.
121 personas (de los cuales el 83% fueron mujeres) murieron o fueron claras víctimas de malos tratos por parte de sus parejas, algo que es inadmisible. En Francia también aumentaron los casos en el 2008 con 72 casos, y eso está pasando en todo el mundo.
También es de destacar la violencia de los hijos contra los padres. Hijos que llegan a pegar incluso a matar a sus parientes más cercanos. Me hace recordar el polémico y famoso caso de aquel joven que, con su katana, mató a sus padres, al parecer por influencia de un videojuego. ¿Qué está pasando, entonces, con las familias?
Luego está el caso contrario: hijos que denuncian a sus padre o se van de casa por que sus padres les han disciplinado o castigado dándoles una torta o un cachete. ¿Qué pasa, que ahora tampoco se le puede llamar la atención a los hijos? ¿no se les puede elevar un poco la voz o darles un cachete en la mejilla o estirarles de las orejas por que la Ley no lo permite? Pues ni tanto, ni tan poco, sinceramente.
La sociedad humana y los Gobiernos deberían plantearse qué modelo seguir, por que las familias a nivel internacional se están dividiendo. Hasta se está dejando a los abuelos en las gasolineras por que molestan, o en los asilos por que ya no quieren cuidar de ellos, y eso es bastante triste.