También esta semana acabó la quinta temporada de la serie Arrow. Felicity más insoportable que nunca, y el equipo de Oliver Queen más incompetentes que nunca, por cierto… qué se le va a hacer.
Prometeo logra averiguar la identidad de Arrow, Oliver Queen, y llega un momento en el que le tortura y el consigue escapar, pero con un pequeño trauma, al que el equipo le ayuda a vencer. Tan malo, malísimo, es Prometeo, que Oliver tiene que ir a la isla de nuevo de donde surgió su identidad superheroica y liberar a Deathstroke (alias Terminator), para ayudarle contra Prometeo y sus secuaces, que han logrado secuestrar a todos los amigos de Oliver y llevarlos a dicha isla.
El problema es que también ha secuestrado al hijo de Queen y este se vuelve furioso para poder recuperarlo. Y el otro problema añadido es que si Prometeo muere, explotará la isla entera ya que la ha llenado de minas tremendas y matará a sus amigos. Y como Prometeo ha sido derrotado y el hijo de Oliver liberado de nuevo, decide suicidarse y la isla explota en llamas.
¿Habrán conseguido salvarse los amigos de Oliver… o habrán perecido todos en las explosiones…? La sexta temporada, en octubre de este año, lo contará.
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