Sigue el bizarrismo más extremo con esta maravillosa canción que tiene el mejor estribillo del mundo, pues es un homenaje a mi mismo.
¿Qué no se lo creen? Vean y escuchen este video recien colgado en YouTube:
P.D. Por cierto, la pequeña Wendy ya no es tan pequeña, y se parece a alguien que conozco.