Empezamos a ver el otro día la serie Dexter, de 8 temporadas ni mas ni menos, y la verdad es que la hemos dejado de ver tras pasar algunos episodios.
Es una especie de alegoria o justificación de la venganza pura y dura contra esos criminales que al final el sistema judicial no castiga y se libran de cualquier castigo. Si pasa eso, ahi va Dexter, un psicópata ni más ni menos, que trabaja como ayudante del forense en una central de comisaria, para castigarlo él mismo matandolos y torturándolos. Episodio tras episodio va mirando en los juicios de todos los días qué criminal se libra de la justicia y el que se libra, ahí está él para drogarlo e insconciente, llevarlo a un almance donde los mata sangrientamente. Luego, coge una pequeña muestra de sangre para coleccionarlo en su propio cajon de colecciones de muestras de sangre criminal.
Esta se considera una de esas series de «culto», pero desde luego no vemos el «culto» por ninguna parte. Eso sí, el actor lo hace bien, eso si, pero el argumento es demasiado explícito para recomendarlo en esta web tan sana.
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