Una vez más, y aunque ha sido pasado por agua, el Gran Premio de Motociclismo de la Comunidad Valenciana ha sido un éxito rotundo de participación e impacto económico.
El circuito costó 10 millones de euros, pero sin ninguna duda ha sido claramente amortizado gracias a la sucesión de estos grandes premios que han sido celebrados allí. Y aunque este año el campeón ya estaba decidido, en GP3 no, y eso ha servido para que apareciera una aliciente más para ir. Como asignatura pendiente, queda la mejora de los accesos desde la A3, que es algo que debería quedar resuelto para el año que viene ahora que hay tiempo todavía, para intentar mejorar la circulación tanto de coches como motos, no se puede dejar así sin más.
Así que enhorabuena a los organizadores de este Gran Premio y, como decimos por estas fechas todos los años, que la Generalitat Valenciana cuide mucho a este Gran Premio, tal y como tienen que cuidar a la Ford en Almussafes.