A 3 días de ya haberse celebrado la Fórmula 1 en Valencia, se puede decir sin lugar a dudas de que la Fórmula 1 fue un éxito. El año pasado estuvo bien por la novedad; este año, con tantos problemas de si Fernando Alonso correría o no, si Schumacher correría o no, que si se haría un Mundial paralelo o no, que si la crisis económica haría que la venta de entradas fuera un desastre, al final todo ha acabado bien y se ha rozado el pleno absoluto, por 5000 persona no se consiguió, si bien es verdad que las gradas se redujeron un 15% aproximadamente.
De todas formas, se redujeron también para no perder dinero y tener más visibilidad en el circuito. Parece que casi todos los fallos que hubieron el año pasado se han conseguido solventar y esta vez han venido muchos más yates y megayates al Puerto que esta vez si que se ha conseguido dar una imagen, más o menos parecida, que la ciudad de Mónaco que era al fin y al cabo lo que se busca.
500 millones de personas por todo el mundo han podido ver la celebración de este Gran Premio de Europa y eso supone , no 500 millones de turistas evidentemente, pero al menos que la ciudad se conozca una vez más a todo el mundo. Y este año todavia queda el Gran Premio de Motociclismo de Cheste sobre octubre y el primer gran premio de Tenís en el Ágora, con lo que todavía queda grandes cosas por pasar en Valencia.
El plano económico es aparte. Los premios de Fórmula 1 por regla general por el tremendo y excesivo canon que se paga, unos 70 millones de euros, nunca será rentable económicamente; pero… ¿vale la pena todos esos millones de euros por el hecho de que las ciudades anfitrionas se vayan a conocer por todo el mundo en solo 3 días que dura el evento?
Ahí está el quid de la cuestión…