Otro curioso misterio que nos gustaría aquí hacer reseña es la famosa tumba de Gavrinis, en el sur de Francia: una construcción megalítica del tiempo antediluviano, al parecer.
Está hecha de un corredor de 14 metros de largo, hay dólmenes y escrituras totalmente enigmáticas y misteriosas, losas que recubren dicha tumba de más 17 toneladas de peso, grabados en piedra de cruces, letras en forma de «U», hoces, espadas, hachas… y dichos grabados aparecen en las 2 paredes y además algunos grabados aparecen en el mismo techo. Hay figuras enigmáticas, como las que aquí reproducimos, que al parecer se refieren a «seres celestiales» que bajaron de los cielos, que algunos afirman que son alienigenas que dejaron su propia «huella» en algunas construcciones, como por ejemplo, esta tumba.
Este conjunto de espirales y de especies de señales de antiguas escrituras, se ha descubierto que reflejan leyes matematicas para hacerlo; es decir, no son solamente al parecer espirales dibujadas a mano y ya está, sino que están hechas bajo cálculos matemáticas. Otras teorías indican que bien puede ser que intente reflejar algunas constelaciones y/o calendarios astronómicos. Si es así, sea lo que sea, ¿cómo lo consiguieron si solamente en aquella época sabían construir instrumentos de piedra o de hierro?
De hecho, se considera, para darle más misterio al asunto, que estos grabados también pueden reflejar las huellas dactilares gigantes de algo… o lo más lógico, de «alguien». Claro, las huellas dactilares se descubrieron hace un par de siglos, o menos: si es así, ¿de quién son, y cómo se supo de su existencia?
¿Habrá algo más que indique que hace mucho, mucho tiempo, en la cultura popular se sabía mucho más de que nos imaginamos? Una vez más, nos enfrentamos con la teoría de que, hace mucho mucho tiempo, se perdió gran parte de una basta cultura muy inteligente de la que ahora solo podemos observar sus monumentos.