Comenzó ya hace unas semanas Legends of Tomorrow, su cuarta temporada, y hay que reconocer que no han subido el bajo nivel que tenían, pero al menos es una temporada más graciosa que la anterior gracias a un Palmer que es sin duda la clave, por las caras de friki que pone y los disfraces que se ponen para acometer sus misiones.
En el final de la tercera temporada abrieron un agujero entre el mundo de los, digamos, espíritus, y el mundo físico, y eso hizo que vencieran a su enemigo. Pero por contra, ahora los «espíritus» van yendo a todas las épocas para provocar de nuevo, nuevos anacronismos y es ahora cuando las Leyendas tienen que ir desmontándolas una a una. Para ello contarán con dos nuevos miembros del equipo. John Constantine (sin palabras de lo que hace…) y de nuevo la anterior chica de color que tenía amuletos de animales convertida ahora en una «cambiante» que casualmente Constantine, en su forma corpórea, le quita dicha capacidad y así se queda para siempre siendo la anterior compañera de las Leyendas. Muy cogido por los pelos, sí.
Ahora se llevan mejor con la Agencia del Tiempo, ya les dejan tranquilos para que hagan sus misiones, y episodio tras episodio vuelven a evitar anacronismos deteniendo a las criaturas que se han colado en la corriente temporal.
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