Que haya muerto Bin Laden no significa, ni mucho menos, que el terror o el pánico hayan desaparecido. Bin Laden, quien organizó y fundó Al Qaeda, hombre culto y millonario, ha muerto, pero tendrá (si no lo tiene ya hoy mismo) sucesor. Puede ser cualquiera de sus 9 hermanos, o puede ser su segundo, su brazo derecho que sigue activo, quién sabe. Pero el problema no ha acabado.
Los americanos hoy mismo ya han publicado las fotos de cómo se gestaba esta operación y a Obama posando y señalando a sus generales ante una pantalla de web cam, al puro estilo James Bond o películas de estrategias militares. La gigantesca propaganda norteamericana ya ha empezado a funcionar. Y creo que se equivocan, por que ya va a ser un atentado contra la dignidad del Islamismo radical la muerte de Bin Laden, que ahora empiecen a regodearse y sacar esas fotos, no creemos que sea demasiada buena idea, realmente.
John Brennan, de la Casa Blanca, dice que «sólo han transcurrido 24 horas y ya hemos dado a conocer mucha información. Queremos compartir toda la información que podamos para que EEUU y el mundo puedan entender lo que ocurrió, (…) lo que no queremos es poner en peligro un resultado tan exitoso como el de esta operación la próxima vez que intentemos capturar a otro dirigente terrorista».
Se están pensando si sacarán hoy a la luz o en los próximos días las fotos del cadáver de Bin Laden, incluso, mientras suben las alertas máximas por ataques terroristas por todos los países aliados. ¿Tendrán cabezas nucleares? ¿Dónde intentarán hacer los siguientes atentados esta vez? ¿Cuáles serán sus represalias con todo esto? Desde luego, el mundo sigue atenazado por la amenaza del terrorismo.
Así que, aunque es siempre es buena noticia que un representante del terrorismo haya muerto, ojo, que vienen más. Hay que destruir la misma organización entera.
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