Después del 3G, viene el 4G: las empresas de telefonía quieren seguir mareando más la perdiz y quieren introducir el 4G en las televisiones, es decir: que para el 31 de diciembre del 2013 se pueda llamar por teléfono móvil… por la televisión. ¿A qué es curioso?
Bueno, pues no sabemos si curioso será, pero hay que modificar de nuevo las conexiones de todas las antenas de las terrazas de todos los edificios en España para incluir nuevas señales para el 4G. Así, nos enfrentamos con 2 problemas:
1) Un dinero, un gasto estúpido, que por culpa de los millones y millones de euros que el Gobierno tenía que poner para financiar ese cambio, no lo van a hacer pues se lo han gastado en otra cosa, y el coste ahora lo financiarán las fincas, cada finca de nuestro país. Pero no solo eso:
2) El problema 2 es que si no se hace bien, se confundirán las señales del 4G con las señales, las ondas normales que ya llegan a las fincas, con lo que no solo hay que ampliar la señal sino impermeabilizar de alguna manera los cables coaxiales que van por fuera de las fincas. Si no se hace así, se pixelara aún más de lo que se pixela ahora la TDT de ahora.
En definitiva, cada vez más «adelantos» tecnológicos pero que solo sirven para complicar la vida al contribuyente de siempre.
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