Mala película, que indaga en la sangre y vísceras para justificar a un asesino psicótico demasiado psicótico.
El protagonista, el actor ahora hecho Drácula llamado Luke Evans, es atacado por unos gamberros que van de golpe en golpe para financiarse, pero estos gamberros tienen la mala suerte de que atacan al tipo equivocado, ya que es un psicópata asesino superior y los va cazando y liquidando uno a uno. De hecho, hasta se escapa y la policía no consigue atraparte, y consigue matar de maneras violentas a toda la banda que osó atacarle antes.
No nos gusta la interpretación de Luke Evans ni la película en sí. Sangre fácil…
Deja una respuesta