Desde luego, la recomendamos por ser divertidísima. Lego nos ofrece un par de horas casi de diversión y risas al presentarnos a un Batman que tiene un serio problema de socializar con los demás. De hecho, le gusta tan poco ser Bruce Wayne que ni siquiera en su propia casa se quita la máscara de Batman, pero en batín y pijama, eso sí.
El problema se centra en la relación que quiere tener el Joker con él, ya que quiere el Joker ser su principal enemigo y quiere que le odie. Batman al principio dice que no, que no siente nada por nadie, y que ni siquiera le da para odiar al Joker porque no se interesa por nadie, y esto le afecta tanto al Joker que va a la Zona Fantasma para liberar a todos los enemigos y hacer u obligar a que Batman no le quede más remedio que decir que, efectivamente, el Joker es su peor enemigo y que le odia, sí.
Al final, Batman se ve obligado a eso y a hacer un equipo al que empieza a querer, y consigue solucionar la situación. Como decimos, divertidisima película que recomendamos ver sin duda.
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