Una curiosa película sobre un tema muy recurrente, como son los licántropos u hombre lobo. Anthony Hopkins hace de padre del hombre lobo que es su hijo propio al que encierra de vez en cuando para evitar que mate, aunque a veces el hombre lobo se escapa.
Pero luego la película da un giro de los acontecimientos cuando resulta que el hombre lobo asesino es su padre y lo hace todo para que a él no lo pillen y sí a su hijo. Al final consiguen atrapar al padre y el hijo se escapa libre.
Una buena versión, que no es tan, digamos, sutil o típica para este tipo de películas, y que recomendamos sin duda.
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