Ganas teníamos de ver esta película, una de sus primeras películas como «Mr. Bean» total, y ayer por fin pudimos tener la oportunidad de verla. Y por supuesto, la recomendamos.
No solo la tienen que ver a los que le gusta Mr. Bean, sino también a los que no les gusta ya que las situaciones en las que se mete son disparatadas y muy graciosas.
El argumento es sencillo: a él en una rifa le toca unas vacaciones de una semana en el sur de Francia, y una vez allí está ilusionadísimo de poder grabar en su cámara de video las playas de allí, pero se empieza a meter en lios y más lios. Tantos lios que incluso toda la policía francesa cree que el niño que le acompaña a todos lados en realidad lo ha secuestrado y van a por él, ya que pretende ir al festival de cine de Cannes.
En fin, hay momentos descacharrantes y además cuenta con la graciosa presencia del actor William Defoe, que hace de estirado director al que no le dejan presentar ni rodar sus películas en paz.
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