Espectacular y buena película del nuevo intento de DC por «resucitar» en las grandes pantallas de cine su personaje principal: Superman. Si lo hacen bien, esta vez sí que puede ser una trilogía como Batman, y hacer algo de sombra a Los Vengadores de Marvel, quién sabe.
La película podriamos decir que tiene 2 partes: la primera de ellas es la historia de él y luego la lucha final en la ciudad, que por cierto, la deja hecha trizas, entre él y sus enemigos…
La historia comienza con un Kripton en el que estalla una guerra civil por que por culpa de haber gestionado mal los recursos naturales del planeta, el núcleo se está comprimiendo asímismo y hace que el planeta esté a punto de destruirles.
Rusell Crow, un muy buen Jor-El, defiende la vida de su hijo enviándolo al planeta Tierra ante el general Zod, que quiere el «códice», que es una especie de «cráneo» (no se ve demasiado bien) que contiene toda la experiencia y conocimientos de los kriptonianos y se la implanta en su hijo.
El hijo llega a la Tierra, se hace mayor, y aparece una escena que, a nuestro juicio, no tiene ningún sentido: Kevin Costner, en el papel de Jonathan Kent, siempre le está diciendo a Clark que su secreto es lo más importante: y cuando viene un tornado, teniendo la posibilidad de salvarle, Jonathan le dice que no, que su vida no vale la pena tanto que el hecho de mantener a salvo el secreto… y le deja morir. En fin, no muy «racional» esa escena, pero ahí está.
Por otro lado, cuando el general Zod y sus colegas consiguen liberarse de la prisión-castigo que les impusieron en Kriptón, siguen una señal de baliza que sin querer Clark ha encendido desde su nave, la siguen, y llegan a la Tierra y amenazan con destruir a toda la humanidad uno a uno si no entregan al kriptoniano Kal-El. Él se deja atrapar, se entrega y va a la nave junto con Lois Lane.
Por cierto, muchos críticos dicen que la actriz que hace de Lois Lane es muy mala… personalmente me gustó bastante, no sé de dónde se sacan que no está a la altura del personaje de Lois Lane.
Siguiendo con el argumento, viene la segunda parte de la película en la que durante más de 40 minutos se lo pasa peleando contra Zod y sus amigos. Las escenas, sinceramente, nos parecen muy parecidas a las de la pelea de Los Vengadores en las calles de Nueva York , y la pelea final entre Superman y Zod parece a la de Neo contra el agente Smith en Matrix. Mucha acción, edificios destruyéndose y muchos puñetazos.
Y luego viene la escena final: Superman rompiéndole el cuello a Zod. A ver, Superman no es Lobezno: Lobezno hace esas cosas… de hecho, en sus películas, ¡debe hacer esas cosas!, pero rompe el espíritu del cómic de toda la vida de Superman haciendo que él mate. Gran fallo del director ahí.
Como detalles curiosos: el satélite que destruyen en el espacio en la pelea final pone «Industrias Wayne», haciendo gala de pequeños rasgos del Universo DC; el traje negro de guerra de Jor-El es un traje negro de guerra de Kripton que en el cómic Clark Kent llevaba cuando, recién resucitado, se acercaba a Metrópolis para reencontrarse con sus amigos; y que sale el científico Emil Hamilton, un científico que siempre ayudaba a Superman en el cómic haciéndole aparatos electrónicos para ayudarle a derrotar a sus enemigos. En el cómic murió, y en la película lo «resucitan».
Un detalle adicional que no queríamos dejar de comentar: esa explicación de que la «s» de su traje representa a «esperanza» en su planeta de origen es una explicación un poco rara, por otro lado. No tiene mucho sentido, como de hecho le dice Lane cuando le dice que aquí en la Tierra es una «s».
En fin, la recomendamos para ver, sin duda. Espectacular. Veremos si la segunda parte y tercera (si la hay) resulta ser mejor que esta y tenemos una trilogía que valga la pena. Al menos, que hagan reir un poco a Superman, que parece que le hayan puesto un palo en… en… en ¡donde Kripton perdió su órbita!