Sin duda, una de las películas del año en el campo de los superhéroes. Menudo derroche de efectos especial, humor marveliano puro, cameo de nuestro amistoso y vecino Stan Lee en forma de vecino quejumbroso, y menudo papelón de Robert Downey Jr. como Iron Man, como siempre.
Spiderman es un joven Peter Parker al que Iron Man le regala un traje y le dice que contará con él próximamente… pero ese «próximamente» nunca llega. Y como tiene poderes y tantas ganas de ayudar tal como hizo en su momento, se aburre, y solamente se dedica a atrapar ladrones de poca monta, ayudar a abuelitas que se han perdido por la ciudad y poco más.
La película está muy bien hecha, ya que empieza con los acontecimientos que siguieron a la primera de los Vengadores donde Adrian Toomes es el encargado de ir cogiendo todos los materiales radioactivos que dejaron los chitauri, pero el Gobierno (instigado por Tony Stark) le quita dicha autorización y casi le arruina ya que quería usar esa tecnología. Enfadado por ello, nace el Buitre, cuando se hace unas alas mecánicas para hacer contrabando de dichos materiales.
Spiderman, que se da cuenta, va a por él e intenta atraparle pero al principio no puede. En una magnífica pelea en un barco de pasajeros, la pelea contra el Buitre (aunque asímismo curiosamente nunca dice que se llame el Buitre…) parte en dos el barco por culpa de la tecnología chitauri, y eso, sumado al desastre de cuando estuvo en Washington, hace que Iron Man decida quitarle el traje para siempre.
Decepcionado ya que no tiene el traje de Spiderman, decide ser más Peter Parker que otra cosa, y conoce y baila con Liz Allen, la amada de Peter Parker en esta tercera saga, pero resulta, para su mala suerte, que el padre de esta resulta ser Michael Keaton, es decir, Adrian Toomes, el Buitre, quien descubre a su vez que Parker es Spiderman.
El plan del Buitre es robar el avión de Tony Stark donde lleva todos sus inventos ya que tras los acontecimientos de la tercera del Capitán América (Capitán América: Civil War) se trasladan a otra base. El Buitre roba el avión pero Spiderman le detiene por fin, deteniendo primero a Conmocionador, en un papel corto pero intenso, sin duda.
Ahora sí, Iron Man le devuelve el traje y es cuando le ofrece ser un Vengador al 100%, pero Peter prefiere seguir en la ciudad y seguir siendo el «amistoso vecino Spiderman». Magnífico final.
Como 2 escenas post-créditos, tenemos la primera, donde se presenta quién será el nuevo enemigo de Spiderman, y la segunda, que sale el mismo Capitán América dando gracias por la paciencia que hemos tenido al «aguantar» todas las letras finales…. pero no hay ninguna escena más. En fin, risas hasta el final.
Cómo no, recomendamos ver la pelicula. Además, como homenaje Marvel, las letras iniciales de Marvel no es la melodia de siempre, sino la musica original de Spiderman de la serie de los 60. Como cosa extraña, en ninguna parte de la película se habla de Jonah Jameson, que odia a Spiderman, y tampoco sale a relucir la mejor arma que tiene Spiderman, su sentido arácnido. ¿Saldrán esos elementos en la segunda parte…? El tiempo lo dirá.
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