Todavía estamos en estado de alarma, algo jamás visto en nuestra democracia, y los militares siguen en las torres de control fijándose en los controladores a ver qué hacen, si se van de nuevo o se mantienen en sus puestos, más que nada por que vienen fiestas en las que habrán muchos movimientos de aviones.
José Blanco, ministro de Fomento, ha dicho que los controladores se enfrentan a penas de hasta ocho años de prisión y otras responsabilidades civiles y penales, y otros directamente serían expulsados o perderían sus licencias, con lo que estarían en la calle. Esto evidentemente ha indignado a los controladores y ha hecho que también acudan a la Justicia. Es decir, todo sigue mas o menos igual.
Por si acaso, ha dicho que se espera que puedan haber problemas de nuevo en algunos vuelos con lo que puede ser que el tema se complique de nuevo. Así que, nos tememos que habrá que tener paciencia de nuevo, señores…
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