Esta segunda temporada ha estado llena de lazos argumentales y muy bien acabados.
Jim Gordon recupera su placa de inspector, pero en episodios siguientes le incrimina Eduard Nigma que definitivamente se ha convertido ya en supervillano y meten a Gordon a la prisión de Blackgate. Solamente con la ayuda de Bullock que ha hablado con el anterior jefe mafioso de Gotham (ya jubilado), consigue sacar a Jim de la cárcel y limpiar su nombre, mientras es a Nigma quien lo detienen, pero no a la prisión sino al manicomio de Arkham.
Por otro lado, la orden de San Dumas mata a la madre del Pingüino y este, roto de dolor, abandona todos sus negocios y se vuelve vagabundo ya que la policía entera le está buscando. Al final lo encuentran y también lo meten en Arkham donde es producto de una serie de experimentos del director, que es quien causó la muerte de los padres de Bruce Wayne.
Estos experimentos no solo resucitan a personas sino que les da una nueva identidad, y crean monstruos además, y estos consiguen escaparse y andar a sus anchas en plena ciudad de Gotham, con lo que la tercera temporada comenzará con la caza y captura de todos estos monstruos. Como curiosidad final… uno de esos monstruos es ni más ni menos que un ¡Bruce Wayne alto y con pelo largo!
La tercera temporada será interesantísima.
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