Malas perspectivas hay con respecto al mal llamado «oro negro», el petróleo. Tras una tremenda huelga de transportistas que hubo en nuestro país en junio del año pasado por el encarecimiento de la gasolina, al encarecerse el petróleo, ahora las petroleras están jugando a otra estrategia.
La Opep, Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) piensa recortar la producción para frenar el descenso de precios del barril actual, lo que podría revertir la tendencia y encarecer de nuevo el crudo. Sobre todo si se confirman las previsiones de que las economías europeas y estadounidense comiencen a recuperarse a finales de este año y comienzos del próximo.
El barril de Brent, de referencia en Europa, se vende ahora en el entorno de los 44 dólares, pero en los mercado de futuros alcanza un precio de unos 59 dólares para su entrega en enero del año que viene. Ante esta perspectiva, compañías como BP, Royal Dutch y la división de materias primas de Citigroup han contratado barcos para almacenar petróleo en la costa de Escocía.
La actual situación en la que el precio para entrega inmediata es inferior al precio a futuro recibe el nombre técnico de contango.
Para que las compañías puedan aprovecharla, la diferencia debe ser superior a los costes de almacenar, asegurar y financiar la compra de los barriles, que rondan los 90 céntimos de dólar por barril al mes. En definitiva, se están preparando para una futura recuperación de la economía.