No, no recomendamos la película. La calidad de la misma está bastante lejos de la trilogía de Bourne: El Caso Bourne, El Mito de Bourne y el Ultimatum de Bourne, con un excelente Matt Damon. De hecho, lo mejor de la última película de la saga, El Legado de Bourne, es cuando en una foto sale Jason Bourne para explicar de dónde viene toda la controversia que en la película se trata.
Otro agente secreto tipo Jason Bourne es el protagonista, que ve como todos sus compañeros le empiezan a cambiara la medicación para matarlos a todos. Se da cuenta, y en pocas palabras, empieza el solito una cruzada para intentar eliminar a los directivos que quieren eliminar este proyecto de agentes infiltrados.
¿Por qué? Debido a que en la tercera entrega, El Ultimatum de Bourne, se deja libre para siempre a Jason Bourne pero desde el Gobierno de Estados Unidos tienen miedo de que al final empiece a decir a la prensa todo lo que sabe relativo al proyecto secreto de entrenamiento a niños para hacerlos agentes secretos. Como tienen miedo, deciden empezar a cargarse a todos los agentes para hacer desaparecer el proyecto para siempre.
El protagonista de la película tampoco nos gusta nada: Jeremy Renner, que parece que tiene cara de despistado en toda la película, y ni de lejos lo hace tan bien como lo hizo Matt Damon. En definitiva, una pobre secuela de una gran saga como es la de Jason Bourne.